El objeto de la educación es preparar a los jóvenes para educarse a sí mismos a lo largo de sus vidas. (Robert Maynard Hutchins)
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes (José Ortega y Gasset)

lunes, 21 de enero de 2013

El texto expositivo

Sin noticias de Gurb.

Los seres humanos, en cambio, a semejanza de los insectos, atraviesan por tres fases o etapas de desarrollo, si el tiempo lo permite. A los que están en la primera etapa se les denomina niños; a los de la segunda, currantes, y a los de la tercera, jubilados. Los niños hacen lo que se les manda; los currantes, también, pero son retribuidos por ello; los jubilados también perciben unos emolumentos, pero no se les deja hacer nada, porque su pulso no es firme y suelen dejar caer las cosas de las manos, salvo el bastón y el periódico. Los niños sirven para muy poca cosa. Antiguamente se los utilizaba para sacar carbón de las minas, pero el progreso ha dado al traste con esta función. Ahora salen por la televisión, a media tarde, saltando, vociferando y hablando una jerigonza absurda. Entre los seres humanos, como entre nosotros, se da también una cuarta etapa o condición, no retribuida, que es la de fiambre, y de la que más vale no hablar. (pág 80)

Me traslado a la ciudad en un transporte público denominado Ferrocarril de la Generalitat. A diferencia de otros seres vivos (por ejemplo, el escarabajo de la col), que siempre se desplazan del mismo modo, los seres humanos utilizan gran variedad de medios de locomoción, todos los cuales rivalizan entre sí en lentitud, incomodidad y peste, aunque en este último apartado suelen resultar vencedores los pies y algunos taxis. El mal llamado metro es el medio que más utilizan los fumadores; el autobús, aquellas personas, por lo general de avanzada edad, que gustan de dar volteretas. Para distancias más largas existen los llamados aviones, una especie de autobuses que se propalen expulsando el aire de los neumáticos. De esta forma alcanzan las capas bajas de la atmósfera, donde se sostienen por la mediación del santo cuyo nombre figura en el fuselaje (Santa Teresa de Ávila, San Ignacio de Loyola, etcétera). En los viajes prolongados, los pasajeros del avión se entretienen mostrándose los calcetines. (pág.45)

Diferencia sujeto de predicado en cada una de las seis oraciones coloreadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario